miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tonterías

Einstein decía que hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, y de la primera no estaba seguro.


Todos hacemos el tonto algunas veces. Eso que nos baja de la nube, lo que disminuye nuestro ego. Cuando miras alrededor y piensas "¿Me habrá visto alguien hacer el gilipollas?" o "¿Por qué hice eso?".


Pegársela en el parque a pesar de que nos avisó nuestra madre. Abrir la nevera cada cinco minutos esperando algo nuevo. Bailar de forma ridícula en casa. Mirar fijamente la pared al estudiar. Roncar al reírse. Poner caras raras ante el espejo. Decir "se ha roto" cuando quien lo ha roto eres tú. Intentar pulsar Control + F para buscar algo en los apuntes de clase. Tocar un plato caliente a sabiendas de que lo está. Pensar que el asesino está esperando a que veamos una peli de miedo para atacarnos. Hablar de forma idiota a los bebés. Intentar encender las luces cuando hay un apagón. Darlo todo con "Barbie girl". Ser incapaz de aguantar la risa mientras se gasta una broma. Reírse de un chiste propio. Hacer el gilipichis delante de un guardia real inglés. Hablar a los concursantes de la tele. Protegernos de todo mal con las sábanas.



¿Y lo feliz que es uno haciendo el mamarracho?

1 comentario:

  1. ¡Qué razón tienes! Cuántas veces me habré quemado con un plato sabiendo lo caliente que estaba y asegurado que algo se había roto solo a pesar de que sabía perfectamente que yo era el único culpable. Y menudas coreografías que improviso cuando estoy solo en casa o incluso alguna vez en clase cuando todavía no había llegado nadie (cuando conté esto en casa me miraron de una manera extraña). :D

    Desde luego que estoy de acuerdo contigo,lo feliz que se puede llegar a ser con cualquiera de esas tonterías... :D

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